El alquiler rural: un obstáculo silencioso para la economía leonesa

Sin vivienda, sin trabajadores, sin futuro: el alquiler rural como freno silencioso al desarrollo de la región leonesa

El alquiler rural: un obstáculo silencioso para la economía leonesa
Empresa de La Balinesa en La Antigua (León)

Hace unos días os hablábamos de los precios del alquiler y sus problemas en este artículo. Hoy queremos centrar el foco en cómo esta situación afecta al mundo rural y, por extensión, a nuestra economía.

Cito el peor caso de la provincia con mayor extensión de la comunidad, León. En el sur, desde La Bañeza hasta la frontera con Benavente, encontramos un ejemplo claro. Pero no es el único: hay casos similares repartidos por nuestro territorio. Son zonas con polígonos industriales bien comunicados por autovías y carreteras nacionales, pero alejados de núcleos urbanos importantes. Esa distancia, sumada a la escasa oferta de vivienda cercana, convierte el acceso al trabajo en una auténtica odisea.

Las empresas ubicadas en estos "puntos negros" se enfrentan a una dificultad creciente para encontrar personal. Si no vives en la zona o no estás dispuesto a recorrer decenas de kilómetros cada día, simplemente no interesa o no compensa. Y aquí es donde el alquiler rural entra en juego: la falta de vivienda disponible, asequible y en condiciones dignas impide que trabajadores puedan asentarse cerca de sus puestos de trabajo.

Muchas de estas empresas no están atadas a una ubicación concreta por la naturaleza de su producto. Podrían haberse trasladado, pero han decidido resistir. Son auténticas supervivientes que, pese a las dificultades, siguen apostando por el territorio.

Y no será por falta de ideas... Hace unos veintipico años, la Junta de C. y León impulsó un programa de ayudas para la creación de casas rurales, muchas de ellas financiadas con fondos europeos. El esquema era sencillo: te subvencionaban una parte importante de la reforma de tu vivienda, con la condición de que la explotaras como casa rural durante un número determinado de años. Pasado ese tiempo, podías disfrutarla como segunda residencia.

Gracias a esta iniciativa, muchos propietarios en nuestros pueblos encontraron un sustento. Y cuando se cansaron, cerraron la casa rural y se quedaron con una vivienda rehabilitada. Fue una moda real, y nos convertimos en líderes del turismo de interior. ¿Por qué no hacer lo mismo para viviendas que se pongan en alquiler en el medio rural especialmente en ciertas zonas con esta problemática?

De 1999 a 2024, el número de empresas a nivel nacional aumentó un 29%. Zamora no ha tenido caídas significativas, Salamanca tuvo altibajos y se mantiene, sin pérdidas pero sin prosperar. León fue la que más sufrió de toda la comunidad en este periodo, con unas 911 empresas menos. Esto representa una caída del 3,1% en el número total de empresas activas en León, mientras repito, el conjunto de España aumentó sus empresas en un 29% en ese mismo periodo.

Existe un grave problema. Ideas hay, se han llevado a cabo. ¿Falta voluntad?

Porque cuando se cita la despoblación, la Junta mira a Madrid. Y en Madrid dicen que es competencia autonómica. ¿A quién creemos? ¿De quién dependemos? ¿A dónde miramos? Y lo más importante: ¿quién mira por nosotros?

Mientras se aclaran, nuestras empresas siguen cerrando.