Preguntas frecuentes sobre la autonomía de la Región Leonesa
La Región leonesa o Región de León es un territorio histórico-cultural que incluye León, Salamanca, Zamora, Trás-os-Montes (Portugal) y Valdeorras (Galicia). Aunque los estatutos de Castilla y León reconocen dos regiones históricas, León y Castilla, esto no tiene reflejo político.
La autonomía es un derecho constitucional. El territorio leonés fue independiente durante siglos hasta 1983, cuando se unió a Castilla la Vieja sin consulta ciudadana, formando Castilla y León.
El sentimiento autonomista no es nuevo. Surgió en 1978, cuando se planteó la creación de Castilla y León. Antes, León y Castilla eran regiones con marcos territoriales propios.
No. Se busca que cada pueblo tenga una autonomía que lo represente cultural e históricamente. La petición leonesa es constitucional y busca justicia territorial, no división.
Los leoneses suelen decir que unir peras y manzanas no crea una nueva fruta. Así ven la unión forzada con Castilla. Son pueblos distintos, con historia y cultura propias, y no se identifican como uno solo.
Es el día de Castilla y León, pero no representa a los leoneses. El festejo de los comuneros es ajeno a su historia y pasa desapercibido en León.
La autonomía leonesa no implicaría más gasto. Podría incluso ahorrar al eliminar duplicidades como las diputaciones. Además, es un derecho constitucional y una reparación histórica.
No necesariamente. Hay partidarios de la autonomía en todos los colores políticos. Basta con apoyar opciones que respeten la identidad leonesa y promuevan la voluntad municipal.
León fue reino desde el año 910 hasta 1983. Su cultura y carácter se forjaron durante siglos. Apoyar su autonomía es un acto de justicia, respeto y honestidad hacia su historia y su gente.