Después del fuego llega el barro

Las lluvias torrenciales pueden convertir los terrenos quemados en una nueva catástrofe ambiental

Después del fuego llega el barro

Ecologistas en Acción ha lanzado un aviso urgente ante las lluvias torrenciales que amenazan con agravar los efectos de los incendios forestales en Castilla y León

Comunicado:

Ante la llegada de lluvias torrenciales en estos últimos días, desde Nuestra Tierra Quemada por Inacción exigimos al Gobierno de Castilla y León la adopción inmediata de medidas de emergencia para evitar que los terrenos afectados por los recientes incendios forestales se conviertan en un nuevo foco de desastre ambiental e invitamos a la Sociedad a unirse el próximo 23 de noviembre a las 12:00h en la Plaza San Marcos de León para exigir un futuro digno para nuestros pueblos.

Tras los incendios, miles de hectáreas han quedado desnudas, sin vegetación ni raíces que retengan el suelo, lo que aumenta el riesgo de erosión, arrastres de ceniza y contaminación de ríos y acuíferos. Al no actuar de forma urgente, las lluvias están provocando deslizamientos de tierra, pérdida de suelo fértil, colmatación de embalses y cauces y graves disminuciones de las poblaciones de especies en peligro de extinción como el desmán ibérico, agravando aún más los efectos de la catástrofe.

"Después del fuego llega el barro. No podemos permitir que la falta de prevención y planificación convierta los montes quemados en torrentes de contaminación que destruyan nuestros ríos y pueblos",

ha declarado Alexis C. M. portavoz de Nuestra Tierra Quemada por Inacción.

Exigencias inmediatas

Desde Nuestra Tierra Quemada por Inacción reclamamos:

  1. Se realice evaluación de daños en cada zona afectada por los incendios que incluya, como mínimo, análisis de aguas, catas del suelo que permitan detectar las zonas de mayor afectación (grado de ignición, afectación al banco de semillas, bulbos, raíces...), zonas prioritarias por su alto valor ecológico y la presencia de fauna y flora de especial protección, zonas donde la afectación es menor y por sus condiciones no requieren actuación por su propio potencial de recuperación. Toda esta información debe de constar en documentos y mapas georreferenciados públicos y disponibles en la página de la Junta. Servirá de base para la elaboración del Plan de Restauración indicado en el punto 2.

  2. Plan integral de Restauración con la información del apartado anterior que priorice la recuperación natural del bosque y evite actuaciones precipitadas de reforestación inadecuada. Toda la información pública y disponible en planos georreferenciados

que permitan señalar en qué zonas es inevitable realizar reforestaciones por la pérdida de capacidad de regeneración. Tanto las actuaciones realizadas en el punto 1 como en el punto 2 deberán estar supervisadas por científicos y profesionales independientes como edafólogos, biólogos de la conservación, etc,... atendiendo a las necesidades y condiciones específicas de cada territorio.

  1. Protección de cauces, arroyos y embalses, mediante filtros y barreras de sedimentos que impidan la llegada de cenizas y lodos contaminantes.

  2. Movilización de recursos públicos inmediatos y coordinación entre la Consejería de Medio Ambiente, Confederaciones Hidrográficas y Ayuntamientos.

  3. Actuaciones urgentes de estabilización del suelo en las zonas afectadas: colocación de fajinas, barreras naturales, biomallas, diques de contención y siembra de semillas de herbáceas de rápida germinación naturales de cada zona afectada para frenar la erosión. (En caso de usar paja como método de acolchado deberá asegurarse que dicho elemento, o cualquier otro usado para esto, no esté tratado químicamente, especialmente plaguicidas o fungicidas, ya que pueden afectar al suelo dañado ya de por sí y perjudicar su regeneración). Prohibición del uso de maquinaria pesada sobre suelos afectados por los incendios para evitar su compactación. Prohibición inmediata de la retirada de madera muerta ya que ayuda a la retención de suelo y sirve como refugio a especies animales afectadas además de ser una futura fuente de materia orgánica que ayudará a devolver la vida al suelo y a retener humedad.

Dado que la elaboración de los apartados 1 y 2 puede ser lenta en las zonas con riesgo de erosión se harán acciones urgentes de retención de suelo.

"El fuego ya arrasó nuestros montes este verano en Castilla y León por inacción y negligencia; no podemos dejar que el agua se lleve ahora el suelo, la vida y el futuro que queda. Exigimos acción, no excusas".

Contexto

Las lluvias torrenciales de estas semanas están afectando especialmente a la provincia de León, la más castigada este verano por los incendios. Sin medidas inmediatas, el riesgo de erosión y contaminación se multiplica, amenazando no solo la biodiversidad, sino también la seguridad de las personas y el abastecimiento de agua.