Barniedo, el oso que desafió al fuego y a la desidia: símbolo de la resistencia leonesa
En los montes legendarios de Riaño y Mampodre, donde la niebla aún guarda secretos de pastores y leyendas de lobos, ha resurgido un héroe inesperado: Barniedo, el osezno que ha sobrevivido a dos incendios forestales en la región leonesa, y que hoy se alza como emblema de la resistencia de la fauna salvaje frente a las catástrofes medioambientales.
Un superviviente marcado por el fuego
Barniedo fue rescatado en 2024 tras el incendio que arrasó Villafrea de la Reina. Tenía las almohadillas de sus patas quemadas, el cuerpo exhausto y la mirada perdida. Pero sobrevivió. Fue tratado en el CRAS de Valladolid, recuperó peso, fuerza y fue liberado en su hábitat natural.
Se le colocó un GPS dorsal para seguir sus movimientos, pero el dispositivo se desprendió, probablemente por el roce con la vegetación.
Afortunadamente, un emisor de radiofrecuencia en su oreja permitió a la Patrulla Oso de la Fundación Patrimonio Natural seguir su rastro. Y así, tras un nuevo gran incendio en el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, Barniedo ha sido localizado en perfecto estado de salud. Corre libre, ágil, como si el fuego no hubiera podido con él.

Más que un oso: un símbolo leonés
Barniedo es el reflejo de una tierra que se niega a morir. Una tierra que, pese a la dejadez de la Junta de Castilla y León (que parece más interesada en gestionar titulares que en proteger el alma de la montaña) sigue dando vida a sus criaturas más nobles.
Porque mientras se recortan recursos, se desmantelan patrullas y se permite que el fuego arrase sin control, Barniedo corre. Corre por los montes leoneses como un grito de resistencia. Como un recordatorio de que León no se rinde.
León no olvida. León protege. León ruge.
Y ahora, Barniedo también vive en camiseta. Porque hay historias que merecen ser llevadas con orgullo.





