El lamentable estado del ciclocarril en León

El señor alcalde presume de tener una ciudad adaptada a peatones y ciclistas. Ha reducido la velocidad a 30 km/h en todo el municipio y ha llenado las calles de símbolos de bicicletas y patinetes. Todo eso está muy bien, pero no se puede alardear de una ciudad adaptada a la movilidad sostenible cuando los carriles ciclo están en un estado deplorable.
El Paseo del Bernesga: un caos sobre ruedas
Empezamos por lo que debería ser el buque insignia del ciclismo urbano en León: el paseo del río Bernesga.
Lo que encontramos allí es un auténtico desastre. Por ambos márgenes, el carril ciclo es uno de los peores que se pueden ver en una capital española.
Cada semana lo transitan cientos de bicicletas y patinetes, y sin embargo, el firme está lleno de baches, desniveles y adoquines mal colocados que convierten el trayecto en una carrera de obstáculos.
Los puntos más peligrosos:
- El trazado en forma de X que obliga a ciclistas y peatones a cruzarse, generando situaciones de riesgo constante.

- La cercanía de una zona de esparcimiento canino al carril bici, una decisión urbanística difícil de justificar desde el punto de vista de la seguridad vial.
El centro: Ordoño II, una trampa para ciclistas
La avenida Ordoño II, uno de los ejes principales de la ciudad, se ha convertido en un espacio de conflicto entre peatones, turistas despistados y usuarios de vehículos ligeros.
La falta de señalización clara y de separación física entre zonas provoca cruces peligrosos y maniobras bruscas que podrían evitarse con una planificación más sensata.
Zona Auditorio
Un carril que se sube a la acera y se cruza peligrosamente con los peatones en una zona transitada. Esos remaches metálicos no están adaptados para patinetes, ya que estos no disponen en ocasiones de amortiguadores ni ruedas de aire.
La Palomera y Universidad: mejor bajarse
En el barrio de La Palomera, La Serna y en la zona universitaria, el carril ciclo es directamente temerario. Hay tramos en los que lo más prudente es bajarse de la bicicleta o el patinete para evitar una caída.
Y eso, irónicamente, en lo que se supone que es un espacio seguro para la movilidad ciclista.
¿Dónde están las prioridades?
Señor alcalde, usted ha sido capaz de invertir más de un millón de euros en un parque infantil para una ciudad con una población juvenil menguante, pero no ha sido capaz de enviar a una cuadrilla municipal a reparar los baches que ponen en peligro a cientos de ciudadanos cada día.
Los ciclo carriles de León no solo están mal diseñados: están abandonados. Y eso no es compatible con el discurso de ciudad moderna, sostenible y adaptada. Es hora de dejar de pintar símbolos en el suelo y empezar a construir infraestructuras dignas.
Artículo de Belén B. y Rubén S.